La siguiente entrevista fue realizada por la revista argentina Megatrade, medio especializado sobre comercio exterior, shipping, puertos y logística global, para conocer de primera mano como es la situación de la salud mental de los marinos, profesionales que pasan gran parte de su tiempo en un espacio confinado como puede ser un buque a lo largo del tiempo.

Distintos son los espacios que tiene la gente de mar para poder ser escuchada y asistida si precisan atención. Uno de ellos lo ofrece el sitio ingenieromarino.com, que, mediante un Servicio de Psicología Online, profesionales ofrecen terapia a marinos, se ponen en contacto para brindar tanto coaching como sesiones de psicología y tratar la ansiedad, la fatiga o la depresión y hacer que la “travesía de mar”, sea una situación más llevadera y sin complicaciones.

Hablamos con Roberto Garcia Soutullo, – en la foto- promotor de empresas en el sector naval, CEO en ingenieromarino.com y CMO en Panssari – Seguridad Portuaria 4.0, sobre como es la situación de la gente de mar a bordo, qué medidas se pueden tomar y cuál es el mejor acompañamiento.

Director de Ingeniero Marino

RGS: La ansiedad, la fatiga y la depresión, siempre han rodeado la figura del marino, aun cuando estas no estaban definidas. Son consecuencias del aislamiento social, de las relaciones complicadas a bordo y de las duras condiciones del trabajo.

La situación actual diría que es complicada, tenemos tiempos de respuesta más rápidos en puerto, esto se traduce en menor oportunidad de desestres y descanso, mayor presión de inspecciones y tareas administrativas más frecuentes por parte de tierra, la internacionalización y diversidad cultural sumado a la tecnología, en la mayoría de los casos, ha puesto fin a la solidaridad y sociabilidad de la tripulación, y finalmente, el ruido y vibraciones afectan al descanso.

A todo esto, debemos sumar dos nuevas constantes, la primera es la escasez de marinos y la segunda y más preocupante, son las medidas que se han asentado tras el Covid 19, medidas impuestas que poco favor hacen a la salud mental. Destacaría dos: Por un lado, la dinámica del retraso constante en los relevos. Algunas navieras, toman deliberadamente como excusa el virus, para alargar los tiempos de embarque de tripulantes. Por otro lado, las restricciones al permiso de bajar a tierra durante las operaciones en puerto a toda la tripulación durante toda la campaña.

Puedo asegurar que desde el Capitán y Jefe de Máquinas, hasta los marineros, la mayoría sufren de ansiedad, fatiga constante y en algunos casos depresión, en mi opinión podríamos hablar perfectamente de enfermedad laboral en marina mercante. Las consecuencias de trabajar bajo efectos de la fatiga y la ansiedad a bordo, pueden desencadenar; bajada de rendimiento, aumento del riesgo personal y del resto de compañeros, riesgo para el buque y la carga, averías por fallo humano, aislamiento social, no disfrutar de los periodos de descanso o comportamiento asocial.

En casos más límite, pueden darse comportamientos disruptivos de los tripulantes, generando sentimientos de persecución o desesperanza, llegando en alguna ocasión a agresiones a compañeros o autolesiones.

Puedo asegurar que desde el Capitán y Jefe de Máquinas, hasta los marineros, la mayoría sufren de ansiedad, fatiga constante y en algunos casos depresión, en mi opinión podríamos
hablar perfectamente de enfermedad laboral en marina mercante. Las consecuencias de trabajar bajo efectos de la fatiga y la ansiedad a bordo, pueden desencadenar; bajada de rendimiento, aumento del riesgo personal y del resto de compañeros, riesgo para el buque y la carga, averías por fallo humano, aislamiento social, no disfrutar de los periodos de
descanso o comportamiento asocial.

En casos más límite, pueden darse comportamientos disruptivos de los tripulantes, generando sentimientos de persecución o desesperanza, llegando en alguna ocasión a agresiones a compañeros o autolesiones.

M: ¿Qué medidas se pueden tomar para evitar la angustia de la cantidad de días embarcados sin contacto con familiares?

RGS: Las medidas que deberían fomentarse para mejorar la situación, no solo es responsabilidad de los tripulantes, si no que la naviera debe involucrarse y poner de su parte, estas acciones básicas pueden suponer una gran diferencia.

Por ejemplo, realizar actividades a bordo que fortalezcan las relaciones entre tripulantes suele ser una de las medidas más eficaces. Generar lazos es la mejor manera de hacer de los períodos de embarque un lugar saludable. Además, garantizar el acceso a internet sin restricciones para contactar con familiares y amigos; la alimentación variada, elaborada y abundante y respetar los tiempos de descanso lo máximo posible como imperativo para el buen funcionamiento físico y mental del marino.

M: ¿Qué acompañamiento otorgan ustedes para esa gente?

RGS: Tras la pandemia, desde ingenieromarino.com, a raíz del empeoramiento de la salud mental general, decidimos impulsar un Servicio de Psicología Online para que un marino, con conexión a internet, pueda realizar consultas desde su camarote desde cualquier punto del mundo.

Para ello, nos aliamos con un equipo de psicólogos especializados, entre la que destaca la responsable del servicio, una psicóloga experimentada en realizar los controles de salud mental de pilotos para el sector aeronáutico.

Los marinos pueden ponerse en contacto con nuestro equipo de profesionales y realizar consultas por teléfono, por videollamada e incluso por email, aunque lo recomendable siempre es una videollamada para que el trato sea más natural y se genere una relación psicólogo-paciente eficaz.

Por supuesto, la consulta garantiza la confidencialidad y el secreto profesional.

M: ¿Puede ser que en muchos casos los marinos no comenten si tienen ansiedad o depresión para no tener problemas y poder embarcar?

RGS: La experiencia nos ha dicho que al marino, le genera mucha desconfianza recurrir a este tipo de servicios, la razón principal es lo que la empresa o los compañeros puedan pensar sobre ello.

Quiero transmitir tranquilidad a todos los marinos, es prácticamente imposible que la empresa decida no embarcar a un tripulante que recurre a un psicólogo, lo que se trata en la consulta es totalmente confidencial.

Para mejorar esta situación de incomodidad de los tripulantes, las empresas deben fomentar políticas que favorezcan la mejora de la salud mental a bordo. Deben ser conscientes de que la salud de sus trabajadores mejora la productividad y minimiza los problemas y riesgos a bordo, por lo que cuidar de la salud mental no solo es beneficioso para el usuario si no también para la propia naviera.

M: ¿Esta situación se vio potenciada por la pandemia?

RGS: Por supuesto, muchos compañeros se encontraron varados sin posibilidad de atracar, otros fueron obligados a doblar sus campañas por positivos de sus relevos, y los que conseguían llegar a casa no podían desplazarse por el encierro o las restricciones de movilidad, impidiendo el disfrute de dicho periodo vacacional, esto de hecho ha causado alguna que otra sentencia judicial en pro de la repetición del periodo de descanso para el marino, en España al menos. Todas estas circunstancias añadidas a las comentadas anteriormente, han sido un catalizador para el empeoramiento de la situación de las tripulaciones.

Como contraparte positiva, podemos hablar de un incremento de estudios sobre la salud mental por parte de organizaciones y revistas del ámbito marítimo que ayudan a dar visibilidad, normalizar y crear marcos normativos que ayudarán a que los marinos del futuro tengan unas condiciones mejores.